lunes, 21 de julio de 2008

Entrevista a Ana Zamora, la directora de la modernidad clásica:

Ana Zamora lo tiene claro: esta profesión exige mucho trabajo. Ni haber recibido el premio de la ADE a la mejor dirección novel, ni haber trabajado en el Clásico y en la Abadía, ni haber conseguido que su propia compañía, Nao d´amores, con el repertorio más complicado, haya logrado el éxito y el reconocimiento de público y crítica la han distraído de ese espíritu tenaz que la caracteriza. El trabajo es su principal obsesión. El arte que emana de esa entrega es pura poesía. Hace unas semanas presentó en la EAC “Hojas del Árbol Caídas”, un clásico (Romántico) hecho modernidad.

Imanol: Para empezar una pregunta trillada ¿Cuál es su definición de teatro?

Ana: Pues no me la habían hecho nunca (risas). Yo creo que es un error o un problema hablar de teatro en general; creo que estamos intentando meter en el mismo saco muchas artes distintas. Para mí los musicales son musicales no teatro; la zarzuela es zarzuela no teatro. ¿Qué es teatro y qué no es teatro? Yo tengo claro que para mi es un acto de comunicación y casi de comunión o eso debería ser. Yo me dedico a un arte muy directo que se construye con elementos puramente teatrales. Es la búsqueda de un código especifico de relación entre un señor que se sienta en una butaca y otro señor que habla desde la tablas de manera muy cercana. Para mi el teatro sería eso básicamente y todo lo demás empieza a ser adorno.

Imanol: ¿Podría hacer con sus propias palabras una perspectiva de su labor profesional?

Ana: A ver si me acuerdo de todo. (Risas) A nivel formativo siempre digo que llegué a la RESAD con un bagaje bastante importante. He crecido en una ciudad (Segovia) donde tuve contacto con mucha gente interesante y con un mundo didáctico que estaba muy bien. Yo llego a la RESAD con muchas ganas de hacer teatro y muchas ganas de que me enseñaran como abordar una metodología para hacer teatro. Después rápidamente entrode ayudante en el Teatro de la Abadía de la mano de José Luis Gómez y allí se amplía un poco más mi ámbito de trabajo… era un mundo muy elitista pero muy complejo y muy interesante. Digamos que es un periodo de ampliación de formación y de contacto con lo profesional. En ese momento yo acedo al mundo profesional por dos vías: por un lado por el teatro de la Abadía y por otro lado por Noviembre Compañía de Teatro. Entonces empiezo a compaginar mundo Abadía con mundo Clásico profesional. Y todo eso compaginado con una cosa que yo creo que es hacia lo que hay que tender siempre que es levantar tu propia compañía, crear tu propia estructura, que te permita contar lo que tú quieres como tú quieres. Y como eso no da de comer pues hay que buscar otra manera de que te dé de comer y el dinero que te da una cosa lo inviertes en otra. Y cuando eso ya tiene cierta estabilidad me voy a la Compañía Nacional de Teatro Clásico que es un monstruo de burocracia pero con unas posibilidades insospechadas. Digamos que tanto en la Abadía como en el clásico yo tuve posibilidad de palpar lo que es trabajar en la dirección artística de una institución que es una cosa que creo que en este país se nos ha olvidado, que los grandes directores gestores son artistas a nivel europeo. Y ahora estoy en un momento de mi vida en el que he decidido apostar absolutamente por mi compañía, por dar un paso más allá para conseguir estabilizar esta estructura de trabajo propia, y me puedo permitir dar saldos a diferentes sitios o hacer parones para seguir indagando nuevos ámbitos que es lo que estoy haciendo en Canarias ahora mismo.

Imanol: ¿Qué se necesita para hacer una buena puesta en escena?

Ana: Se necesita primero tener claro qué es lo que se quiere contar y luego buenos actores, eso es fundamental. Pero sobre todo creo que es muy importante tener claro el concepto inicial porque esa es la clave para articular el resto de elementos. No hace falta dinero, no hacen falta grandes lujos; hace falta tener algo que quieres transmitir al espectador.

Imanol: ¿Qué papel cree que debe jugar el actor en la composición de una obra?

Yo necesito siempre un actor pensante. A mi el actor que se deja conducir cual vehículo de tráfico la verdad es que no me interesa mucho. Seguramente es porque yo no soy actriz. Yo tengo muy claro hacia donde quiero ir, pero necesito que el actor ponga sus armas, su cuerpo, su ser, su voz al servicio de esa historia.

Imanol: Afortunadamente en los últimos años se ha producido una revalorización de los clásicos. En vuestra propia compañía habéis optado por este repertorio…

Ana: Yo creo que estamos poniendo nuestro granito de arena. Siempre digo que nosotros trabajamos con diferentes niveles de lectura y eso es fundamental. No podemos pensar que el espectador es tonto ni mucho menos. Hay espectadores más formados y espectadores menos formados pero todos tienen derecho a un poquito de alta cultura; y la alta cultura no es aburrida, no es dura, solamente hay que darla un poco masticada. Por eso digo que nuestros espectáculos tienen diferentes niveles de lectura. Trabajamos con un nivel simbólico bastante profundo, que el espectador formado a nivel intelectual, que conoce ese mundo iconográfico, descubre. El espectador que no lo conoce simplemente ve un espectáculo que puede entender perfectamente, que es muy visual, que entra por lo ojos y por los oídos y que le hace participar de un mundo que, si no comprende totalmente, sí recibe de manera más visceral.
Imanol: En el 2001 crea Nao d´amores ¿fue el resultado de su propia búsqueda y necesidad de definición? ¿Cuál es el origen de esta compañía?

Ana: Lo que yo pretendía cuando hice la compañía era construir una estructura de absoluta libertad para montar lo que yo quería montar en ese momento y de la manera que yo quería contarlo sin dar explicaciones ni cuentas a nadie. Básicamente esa es la historia. Yo decidí tomarme mi carrera profesional como un periodo de aprendizaje: voy investigando, voy aprendiendo y voy mostrando al público. Era ese espacio de libertad que me permitía experimentar todo mi bagaje preescolar, la metodología aprendida en la escuela y el mundo de necesidad comunicativa que yo tenía, y todo eso hecho a través de intentar articular un equipo estable.
Cartel del Cristo de los Gascones

Imanol: ¿Cuáles cree que son las claves para entender “El Cristo de los Gascones”, vuestro último trabajo, en el siglo XXI?

Ana: “El Cristo de los Gascones” es un sueño de infancia colmado. Se hizo en colaboración con la Junta de Cofradías de Segovia y con el Teatro de la Abadía. Que ¿qué tiene que ver con la gente de hoy o como lo recibe el público de hoy? Al Cristo yo le tenia mucho miedo, pero de repente te das cuenta de que hay que irse atrás y ver qué me interesa a mi de esta anécdota, qué hay detrás de la anécdota. Yo he tenido siempre la suerte de poder contar o hacer los montajes a partir de cosas que tenían mucho que ver con mi momento actual. En este caso correspondió a un momento bastante agrio… la típica etapa mala en la que se te muere mucha gente al alrededor. Esto fue un poco el punto de amarre de esa historia. No era: vamos a montar una pasión. Era: vamos a hablar de un espectáculo que habla sobre la vida y la muerte; sobre la concepción cíclica de la vida y la muerte; de la posible vida tras la muerte o de la muerte que genera nueva vida. No a nivel cristiano pero sí como reflexión con respecto a esa necesidad de creación de un mito que es Jesucristo y que se ha repetido desde el neolítico con diferentes nombres hasta hoy. Si a los neolíticos les venía bien y a los medievales también, hoy seguramente también nos haga falta seguir pensando sobre ese tema y seguir buscando consuelo de alguna manera más allá de esa figura.

Imanol: Que en el siglo XXI un “misterio religioso” haya conseguido un éxito tan asombroso debe dejar a los propios creadores desubicados.

Ana: Yo creo que tiene que ver con lo que te decía: la gente quiere ver cosas bonitas, quiere escuchar cosas bonitas, quiere escuchar textos interesantes y lo que estamos contado con “El Cristo” es absolutamente universal. La línea argumental sobre la que se sustenta toda la dramaturgia son los plantus mariae osea las lamentaciones de la Virgen al pie de la cruz; con lo cual estamos escuchando unos textos de una belleza poética maravillosa de una madre lamentándose de la muerte de un hijo y eso algo en lo que mucha gente se ve reflejada.
Momento de "Hojas del Árbol Caídas". Este espectáculo pudo verse del día 3 hasta el 6 de julio en la sede Tinerfeña de la Escuela de Actores de Canarias y los días 8 y 9 en la Sala Insular de Teatro de Las Palmas.

Imanol: Recientemente ha estrenado en Canarias una adaptación de “El Estudiante de Salamanca” de José de Espronceda, una figura sin la cual no se entendería el siglo XIX en España. Sin embargo, apenas se le conoce. ¿Por qué lo eligió y qué nos puede decir de él?

Ana: Es el gran olvidado y hay un montón en la historia de la literatura española porque, como somos tan cenutrios en este país, nos hemos ido quedando con cuatro y olvidando al resto. Espronceda era una cuenta pendiente y por eso creo que ahí sí hemos acertado. Es decir, es perfecto para un taller de investigación y de búsqueda. Es un homenaje que había que hacerle y que nos tememos que hacer también a nosotros mismos. Pero hay muchísimos: por ejemplo una figura como Larra. El romanticismo español es una maravilla.
Momeno de "Hojas del Árbol Caídas"

Imanol: Finalmente el espectáculo, resultado final del Taller de Teatro Clásico (asignatura incluida dentro del currículo de cuarto curso de los estudios superiores de arte dramático impartidos en la Escuela de actores de Canarias) recibió el título de “Hojas del Árbol Caídas”. El simple acto de cambiar el nombre es ya un indicativo de la absoluta libertad con la que se ha abordado esta puesta en escena…

Ana: Sí, yo creo que hay que ser siempre sincero con el espectador y en este caso con nosotros mismos. Nosotros no estábamos intentando montar “El Estudiante de Salamanca”; estábamos haciendo un trabajo inspirado en “El Estudiante de Salamanca”. La línea argumental nos lleva, pero en realidad lo hemos convertido en un trabajo coral y de búsqueda entorno a la figura de Espronceda y sobre todo el mundo de un autor donde vida y literatura se mezclan absolutamente. Es una búsqueda de quién es Espronceda, de quién es el estudiante y de qué tipo de arquetipo de Don Juan nos otorga el romanticismo más liberal. Estamos haciendo un trabajo a partir del romanticismo y de una dramaturgia mucho más libre. Es muy importante toda esta cosa de las ilusiones perdidas… con lo cual a mi me parece que un buen título era “Hojas del Árbol Caídas” que es el primer verso de una quintilla de “El estudiante de Salamanca”.

Imanol Suárez
Publicado en "La Opinión de Tenerife" el 19 de julio de 2008 dentro de la Revista Semanal de Ciencia y Cultura "2C" (Nº 397)



jueves, 19 de junio de 2008

Nace el Laboratorio de Escritura Audiovisual de Canarias

LEAC
El Laboratorio de Escritura Audiovisual de Canarias tiene como objetivo principal perfeccionar el nivel de los guiones escritos en Canarias para que puedan competir en cualquier mercado audiovisual del mundo.

El LEAC es, por tanto, una entidad de formación y desarrollo de guiones audiovisuales competitivos en un mercado profesional complejo y que está en constante evolución. Guiones que además sean coherentes con las necesidades culturales e industriales de la Comunidad Canaria. Viables en su producción, interesantes en su temática, creativos y bien escritos.

No hay buenos guiones sin los guionistas que los escriban. Por ello el LEAC se diseña también como una herramienta para el desarrollo de las habilidades de los propios escritores que participen en él. El guionista termina este Laboratorio no sólo con un guión profesional, sino con un nuevo “set” de herramientas que le ayuden a escribir otros.

Entendemos como algo esencial que el guionista tenga un conocimiento profundo del mercado para el que trabaja. Por ello el LEAC quiere ser el primer lugar de encuentro entre los guionistas, sus proyectos y la industria, que es a la postre el receptor final del trabajo realizado.

Este doble proceso de escribir guiones profesionales y a la vez de formar a los guionistas, necesita del tiempo, los medios y la supervisión adecuada. Desde esta premisa hemos diseñado el LEAC, con la convicción de que la formación de calidad es la mejor base sobre la que sustentar el crecimiento de la cultura audiovisual canaria.

El LEAC tiene también una vocación formativa más amplia que completará sus objetivos con la puesta en marcha de seminarios especializados impartidos por profesionales de reconocido prestigio.

Presentación
Una construcción ha de sustentarse en unos sólidos cimientos si deseamos que aguante muchos años. Para ello necesitamos contar con profesionales que dominen las técnicas y las herramientas necesarias para el desempeño de su oficio.

Lo mismo ocurre cuando hablamos de cine. Sin unos buenos cimientos, un buen guión, una película se nos puede venir abajo.

En estos momentos en los que estamos inmersos en el desarrollo del sector audiovisual canario necesitamos de excelentes profesionales que estén capacitados para poder contar historias que sean capaces de adaptarse a la realidad del sector audiovisual canario y que trasciendan fronteras.

Es por ello que desde la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, a través de la empresa pública Canarias Cultura en Red, nos hemos propuesto dotar de las herramientas necesarias a nuestros guionistas para que a lo largo de un año, con el apoyo de profesionales de primer orden, desarrollen un guión y se sumerjan en un proceso de intercambio creativo y de crecimiento profesional. Con este objetivo nace el Laboratorio de Escritura Audiovisual de Canarias que esperamos sea un proyecto que se consolide en el tiempo y que contribuya al desarrollo y consolidación del sector audiovisual canario.

Alberto Delgado
Prieto Viceconsejero de Cultura y Deportes Gobierno de Canarias
Más información en http://www.leac.es/index.html

miércoles, 4 de junio de 2008

Mañana estará en Frecuencia Teatro la directora teatral Ana Zamora


La creadora de Nao d´amores, una de las compañías revelación de la más reciente escena española, nos acompañará mañana en nuestro programa. Ana Zamora, quien se encuentra en Canarias dirigiendo en la Escuela de Actores de Canarias el Taller de Teatro Clásico de 4º curso de Interpretación, nos hablará de su trayectoria profesional, de su compañía y de su último trabajo, "El Misterio del Cristo de Los Gacones", una pieza cuyo éxito supone un hito sin precedentes para este repertorio. También hablaremos de "Hojas del Árbol Caídas" una reelavoración de la obra "El Estudiante de Salamanca" de José de Espronceda (para el ya nombrado Taller de Teatro Clásico de la EAC) que es estrenará en la la Sede Tinerfeña de la citada Escuela los próximos 3, 4, 5 y 6 de Julio y que cerrará en Las Palmas con dos funciones (días 8 y 9 de julio) en la Sala Insular de Teatro.
Tras obtener en 2000 la Titulación Superior en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, realiza varios trabajos con figuras como Eduardo Vasco o Alex Rigola. En 2001 crea Nao d´amores compañía en la que gracias al trabajo de recuperación del repertorio medieval y renacentista español ha recibido el reconocimiento y el aplauso del público y la crítica lo que recientemente le mereció la nominación al Premio Valle Inclán de Teatro de la revista "El Cultural" compartiendo candidatura, entre otros, con Angélica Lidell, Alfonso Sastre y Blanca Portillo.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Matrícula Abierta para el curso 2008-2009


ARTE DRAMÁTICO
ESPECIALIDAD INTERPRETACIÓN

Enseñanzas de grado superior de Arte Dramático, en la especialidad de Interpretación (Opción Textual), lo que le otorga el derecho a la obtención del Título Superior de Arte Dramático, equivalente a todos los efectos al de Licenciado Universitario (LOGSE: Art.45.1), autorizado según Orden de 26/07/96 de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias (BOC 1997/015 de 3 de Febrero y BOC 1999/087 de 7 de Julio).
Para consultar las Bases de la Convocatoria de las Pruebas de Acceso a los Estudios Superiores, pinchar en el siguiente enlace:



1- La inscripción para realizar las pruebas de acceso se formalizará en la Secretaría del Centro Superior Autorizado de Arte Dramático "Escuela de Actores de Canarias", desde el día 5 de mayo al 31 de julio de 2008; y del 1 al 12 de septiembre de 2008.

2. Para formalizar la inscripción para realizar las pruebas de acceso, será necesario abonar las tarifas correspondientes, rellenar un formulario de solicitud que se recogerá en la Secretaría de cualquiera de las dos sedes del Centro Superior Autorizado de Arte Dramático "Escuela de Actores de Canarias", y presentar la siguiente documentación:
◊ Fotocopia del DNI.
◊ Documentos acreditativos de haber superado el Bachillerato o estudios equivalentes.
◊ Certificación médica en impreso oficial de que el aspirante no tiene impedimentos físicos ni padece enfermedad de cualquier índole que puedan interferir en el normal desarrollo del trabajo escolar. Durante el desarrollo de las pruebas el Tribunal podrá disponer del asesoramiento de profesionales de la medicina o de otras especialidades con el objeto de ayudarle a evaluar el estado físico de los aspirantes.
◊ Cuatro fotos de tamaño carnet, con el nombre completo del aspirante escrito al dorso.
◊ Para los aspirantes que deseen acceder por la vía de mayores de veinte años y que no hayan superado el Bachillerato o equivalentes, deberán aportar un curriculum vitae o memoria documentada de las actividades o los trabajos que configuran su experiencia en el ámbito del Arte Dramático.

3. Para el abono de la tarifa de inscripción a las Pruebas de Acceso, el aspirante hará efectiva la cantidad de noventa ( 90 € ) euros, en la C/C nº 2065 0096 37 1400049318 de CAJACANARIAS, a nombre de la Escuela de Actores de Canarias Sociedad Cooperativa.

4. La cumplimentación de estos requisitos confiere al aspirante el derecho a presentarse a las pruebas de acceso. En ningún caso el candidato puede ser considerado alumno de la misma hasta que no supere tales pruebas, obtenga el derecho a una plaza y haya formalizado su matrícula como alumno del centro.

Presentar documentación en Secretaría: De Lunes a Jueves: De 10 a 17 h. Viernes: De 10 a 15 h.

Puede rellenar la solicitud de preinscripción desde la página web de la EAC: http://www.webeac.org/web/

Un Saludo. Secretaría EAC Sede Tenerife.

C/ Pedro Suárez Hernández, s/n § 38009 S/C Tenerife. ( 922 23 53 10 / 57 91w Fax: 922 22 02 04. tenerife@webeac.com
C/ Sor Brígida Castelló , 1 § 35001 Las Palmas de Gran Canaria. ( 928 33 47 84 wFax: 928 33 47 85 grancanaria@webeac.com

“PREMIOS BUERO DE TEATRO JOVEN”

Los PREMIOS “BUERO” DE TEATRO JOVEN, han otorgado en su Quinta edición la MENCIÓN ESPECIAL A LA DIRECCIÓN DE LAS OBRAS "OPOSITORES Y VOCES DEL MUNDO", por la labor de Dirección y Puesta en Escena de BALTASAR ISLA Y ARANZA COELLO del grupo de teatro formado por los jóvenes que asisten a sus clases en la EAC Sede Tenerife, todos los miércoles de 17:30 a 20:30 h.
Las entidades que promueven y apoyan los PREMIOS “BUERO” DE TEATRO JOVEN – Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación y Ciencia, y la Fundación Coca-Cola Juan Manuel Sáinz de Vicuña- persiguen incentivar el gusto y la afición por el teatro y estimular la creatividad artística de los jóvenes.

"La propuesta surge porque todos los años elegimos un valor pedagógico a tratar durante todo el curso y en esta ocasión nos inclinados por la COEDUCACIÓN que hace referencia a la educación conjunta de dos colectivos humanos específicos: los hombres y las mujeres. La coeducación designa una cierta manera de entender la educación de niños y niñas y la conveniencia de que estos reciban una misma educación enfocada hacia la igualdad". BALTASAR ISLA Y ARANZA COELLO.

La Entrega de Premios tuvo lugar el pasado Domingo 25 Mayo 2008 en la Casa de la Cultura de Los Realejos (Tenerife)
¡ FELICIDADES ! a todas las personas que han hecho posible este proyecto, especialmente a los JÓVENES participantes en él.

martes, 27 de mayo de 2008

XVI Noche de los Cuentos



XVI NOCHE DE LOS CUENTOS
Pinocho


Más de tres lustros de historias.

Troysteatro vuelve a apostar por la magia de la palabra.

La cita será este año en el lagunero ex- convento de Santo Domingo el 31 de mayo de 2008

Como en las últimas ediciones habrá sesión infantil, a partir de las 17:00 h. y, a partir de las 22:00 h., sesión adulta; tampoco faltarán las visitas de contadores a centros escolares con La Noche de los Cuentos visita el cole y un prólogo, Cuadrilátero de Cuentos, en varios locales nocturnos y espacios culturales de La Laguna el día anterior, 30 de mayo a partir de las 20:30 h (Café Don Tito, Café Época, Buho Club y O’ Clock)


Quince años de largas sesiones nocturnas en las que contadores de todo tipo daban rienda suelta a las historias que traían en su sayo dan para mucho, para muchos cuentos, para mucha cultura. Ese sigue siendo el fin de Troysteatro con la organización de La noche de los cuentos: crear cultura, contar historias y hace partícipes de ello a cientos de personas en una iniciativa que aspira a conservar ese punto mágico que dan los cuentacuentos a sus relatos. Con el paso de los años La noche de los cuentos ha ido evolucionando, creciendo, pero siempre se ha sostenido sobre el ideal de contar la vida de mil maneras, con mil estilos y formas y con la palabra como gran arma de comunicación. Aquello que empezó con una velada para que cualquiera contara una historia, ha mutado en un proyecto que incluye visitas a centros escolares, a contadas en locales nocturnos, a una jornada infantil y a otra adulta, en las que también tienen cabida el teatro o la música en directo. Este año la XVI edición de La noche de los cuentos se enfrenta a un nuevo reto, cambiar, otra vez, de ubicación. De los orígenes en nuestro mitificado Magisterio, a la Ermita de San Miguel o a los Multicines Agüere del año pasado, pasaremos en esta ocasión a un espacio distinto, único, y que obligará a cambiar la concepción, en parte, de La noche de los cuentos. Este años se levantará el telón de los cuentos en el convento de Santo Domingo. Su patio, sus pasillos de columnas, sus salas multifuncionales y la plaza que lo antecede será el improvisado escenario para contadores profesionales y espontáneos, algunos de ellos fieles desde hace muchísimos años.

profesionales o no, niños o adultos, preparados o espontáneamente...
Como invitados en esta edición tendremos a Charo Jaular (Zamora), Nacho Insúa (Santiago de Compostela), Félix Albo (Alicante), Carlos Alba (Asturias) y Patricia Mcgill (Barcelona). Ellos, oficialmente, animarán la noche con su trabajo, al que se unirá el de todos los contadores que quieran subir al escenario.


PROGRAMA.


30 de Mayo de 2008

La noche anterior, el viernes 30 de mayo a partir de las 20:30 h. se desarrollará la denominada actividad Cuadrilátero de Cuentos en la que los narradores invitados junto a ocho narradores locales harán las delicias del público que asista al Café Don Tito, al Buho Club, Café Época o Pub O’Oclock.


31 de Mayo de 2008

PARA LOS NIÑOS
12:00 h. Pasacalle por la Cía. Troysteatro bajo el título Cuenteando hasta Pinocho por la calle Obispo Rey Redondo y aledaños.

16:30 h. Actuación de la Cía. Troysteatro por la C/ Obispo Rey Redondo
hasta el antiguo convento de Santo Domingo con el pasacalle
Cuenteando hasta Pinocho.

17:00 h. Actuación de la Cía. Teatrejo (Los Realejos) con el espectáculo
Cuentos por teléfono.

17:30 h. Actuación de la Cía. Troysteatro con el espectáculo La cajita de
Música bajo la dirección de Óscar Bacallado

18:00 h. Contada infantil. (Abierta a todos aquellos niños que quieran
contar un cuento)

21:30 h. Descanso.

PARA ADULTOS

22:00 h. Actuación de la Cía. Teatrejo con los espectáculos escénico .
Cuentos desde el manicomio.

22:45 h. Apertura de la maratón de cuentos. . (Abierta a todas aquellas
personas que quieran contar un cuento)

01:00 h. Chocolate y dulces para seguir contando.

sábado, 24 de mayo de 2008

Gracias Carlo; Fallece Carlo Colombaioni

A Carlo pudimos verle por última vez en Canarias en el Festival Internacional Clownbaret 2007. Nos hacemos eco de la noticia según como fue recogida en El País.

OBITUARIO
Carlo Colombaioni, el mejor payaso del mundo
Trabajó para Federico Fellini y con Dario Fo
ROSANA TORRES 21/05/2008

Carlo Colombaioni, uno de los grandes clowns, heredero directo de los legendarios payasos de la Commedia dell'Arte italiana, falleció el 15 de mayo en su casa de Saint Chef, cerca de Lyon, donde vivía con su esposa, Catherine, y Milo, su último hijo. Tenía 75 años y era padre de Naomi Colombaioni, hija de un anterior matrimonio. Un infarto fue la causa de su muerte.

Conocido mundialmente por su colaboración, junto a sus hermanos, en la película Los clowns, de Federico Fellini, Colombaioni, que pertenecía a una larga estirpe de payasos, se planteó en un momento dado cambiar la carpa de un circo por los escenarios de los teatros y los platós de cine y televisión, algo que tuvo que hacer, según confesó en muchas ocasiones, para poder sobrevivir.
Miembro de una familia de artistas con una tradición que se remonta a más de trescientos años, Carlo ha sido considerado en los tratados del clown como uno de los grandes maestros que mantenían su oficio tal y como se desarrollaba desde hace siglos. Fue pionero en no pintarse el rostro para salir a actuar ni ponerse la nariz típica del payaso, y ha trabajado, entre otros, con Dario Fo.
Practicaba su género a través de unas técnicas y un estilo tradicional, sobre todo si se le compara con otras figuras del mundo del clown, como Jango Edwards o Leo Bassi, con los que coincidió en numerosos festivales y muestras internacionales. No empleaba accesorios, y la estructura de sus espectáculos era una sucesión de sketches en los que, haciendo uso de la farsa y
la desmitificación, llevaba a escena temas diversos, pero siempre logrando que se identificara con ellos un público de todas las edades.
Considerado uno de los grandes en su género, en el año 2002 y dentro del Festiclown de Pontevedra, al que acudieron especialistas internacionales, Carlo fue proclamado como el mejor clown del mundo.
Durante más de 30 años actuó junto a su cuñado Alberto Vitali, bajo el nombre de I Colombaioni y ambos desempolvaron el cliché anquilosado que pesaba sobre los payasos. También creó un espectáculo en solitario, tras el fallecimiento de su cuñado. Lo estuvo representando hasta hace poco, y en él ofrecía una muestra comparativa sobre la evolución del arte clown a través de gags y sketches sobre la guerra, la Iglesia, Pinocho, los malabares...
Colombaioni visitó en numerosas ocasiones España, donde se dio a conocer en los años setenta, y desde entonces no dejó de ser reclamado en sus escenarios.
Está previsto que el XIII Festival Internacional de Clown, que se celebrará en septiembre en Madrid, le rinda un homenaje. Entre sus últimas visitas a España se cuentan las que hizo para participar en este mismo festival en sus ediciones tercera y sexta (1998 y 2001), en la Sala Montacargas de Madrid, donde también impartió varios cursos con discípulos como Alex O'Doguerty y Eva Hache, entre otros.

lunes, 12 de mayo de 2008

La Tortuga de Darwin; Todo es cuestión de adaptarse


Todo es cuestión de adaptarse; si no cuesta tanto. Uno se traslada a un entorno nuevo y tiene que poner un poco de su parte para amoldarse a los nuevos requisitos. Es obligatorio y aquí no puede uno ser selectivo, por aquello de que si confiamos demasiado en nuestras cualidades es posible que algún día por falta de previsión nos quedemos obsoletos y ya no estemos a tiempo de aclimatarnos, ni de desarrollar plumas, ni rabo. El caso es que vengamos del mono o de La Cabra, ya lo dijo Darwin (creo) tenemos que adaptarnos, no podemos ir de sobrados (menos aun en el mundo del teatro) por más que tengamos mucha confianza en nuestro producto. No es suficiente contar con una tortuga bípeda parlante resultado de sin igual trabajo interpretativo lleno del talento propio de un genio. NO. Tienes que ofrecer algo más; y sobre todo no puedes empezar ganándote la animadversión de algunos espectadores con determinadas acciones.
Cuando desde la producción de La tortuga de Darwin me comunicaron que (por primera vez en la historia del programa) los actores nos negaban una entrevista, casi no podía dar crédito. Vale que esas cosas pasan, pero… ¿Es que les costaba tanto? ¿Tan difícil era dedicarle unos minutos a alguien que a fin de cuentas lo que va a hacer es promocionar tu espectáculo del cual por cierto se había vendido apenas la mitad del aforo? ¿Es o no es ésto falta de adaptabilidad? Pero en fin, vamos a lo nuestro.
Esta es una obra de Juan Mayorga (Premio Nacional de teatro), con Ernesto Caballero, uno de los mejores directores de escena con los que cuenta España, al frente; contaba con el mejor equipo técnico (José luis Raymon, Ikerne Jiménez…) y con actores de renombre. Y todo hecho nada. Nada porque esta tortuga se quedó coja en su particular camino evolutivo del texto a la escena. Expliquémonos.
La obra comenzaba soberbiamente. Desde el primer momento la inconmensurable Carmen Machi nos transportó a su particular realidad. En cuanto puso el pie en escena el Guimerá quedó en silencio pendiente de su avanzar torpe y lento en la búsqueda del ocupadísimo historiador que la recibía a regañadientes. Desde ese instante su trabajo fue un despliegue de talento. Lástima que éste fuese casi el único fuerte de una obra que se tornó lenta, pesada, sin conflicto… y ésto fue, entre otras cosas, porque en lo escenográfico la verdad es que no se lucieron. La decisión de meter a todos los protagonistas en un terrario es la típica idea que está bien cuando se piensa pero que llevada a su ejecución pierde la fuerza que encerraba como concepto. Siendo original, y la verdad bastante práctica para el trabajo de los actores y el desarrollo de los acontecimientos, se veía falsa, antiestética, distorsionadora como soporte dramatúrgico. El trabajo en vestuario y atrezo fue bastante acertado, dando a cada uno lo que requería. De especial mención es lo que hicieron con Harriet (la tortuga) un ejercicio de caracterización brillante que supuso un elemento más para la composición y definición del personaje. Los del ámbito técnico también tuvieron su momento, con los dos espacios (el del historiador y el del doctor) bien elaborados, creando ambientes y yendo al compás sin imponerse.
Pero todo ésto no sirve cuando los pilares más básicos que sostienen la obra fallan. El primer gran error podría decirse que es el propio texto. Si bien cuenta con partes espectaculares de gran profundidad y carga, hay otras tantas que están de más, liando la narración. Tanta amalgama terminó por delatar un excedente de personajes que no aportaban nada como refuerzo de la trama. Ni la mujer del historiador era necesaria, ni tampoco el “doctor siniestro”. Que todos pretendían utilizar a la tortuga eso ya sabíamos; lo aportaba el historiador no era necesario rizar el rizo. Esto fraguó una pieza con transiciones insufribles donde lo único que hacía el espectador era esperar que retornara Harriet a su narración histórica.
El segundo de los grandes fallos, dicho esto con el mayor de los respetos hacia los compañeros de profesión, fue el encontrarnos en escena con unos actores (salvando a Machi) incapaces de empatizar, de transmitir, de emocionar. Definitiva y sorprendentemente ni Vicente Diez, ni Susana Hernández, ni Juan Carlos Talavera convencieron.
Carmen Machi, quien nos regaló uno de los mejores trabajos interpretativos vistos recientemente en el teatro español, fue la única que contó con el justificado beneplácito del público. Lo que esa mujer hace en esta obra pasará a los anales de la historia. Su transformación es tan absoluta que deben haberle salido escamas sobre los pelos. Inquieta y enérgica fue la mejor baza que jugó nuestro querido Ernesto Caballero en esta propuesta suya la tercera que por estos lares vemos en esta temporada.
De modo que resumiendo “La tortuga de Darwin” con permiso de Machi fue en términos generales poco agraciada; pero también fue una invitación a plantearnos dudas, un ataque serio a nuestras culpas, un repaso a nuestra historia por refrescar lo que hemos hecho.
¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? decía Cezanne hace tanto tiempo. Completando la pregunta y haciendo caso de su amo, Harriet preguntaría ¿Nos adaptamos?

Imanol Suárez; 12 de Mayo de 2008

viernes, 2 de mayo de 2008

Carmen Machi protagoniza "La Tortuga de Darwin"

Uno de los espectáculos imprescindibles de esta temporada llega al fin al Guimerá. "La Tortuga de Darwin" protagonizada por Carmen Machi es un encuentro con nosotros una visión de la historia desde abajo.
Una noche un historiador recibe una insólita visita: una señora que se identifica como Harriet y que resulta ser la parlanchina tortuga que Darwin trajo de las Galápagos, al parecer la criatura más anciana del mundo. No sólo ha sobrevivido a su amo, sino además a toda una serie de hitos históricos: dos guerras mundiales, la Revolución Industrial, la de Octubre y la Perestroika. Como testigo especial posee un gran valor para los estudiosos. Su conocimiento de los detalles más inverosímiles y los saltos en su evolución personal sorprenderán a más de uno. La historia vista desde abajo.
La historia del devastador siglo XX es el tema principal de esta Tortuga de Darwin, una sugerente fábula escrita por Juan Mayorga en la que resuenan ecos de Kafka, Ionesco y Bulgakov.
Un planteamiento que pretende ahondar, según Ernesto Caballero en el terreno de lo alegórico y lo fabuloso, y que les ha llevado a idear como espacio de representación un gran terrario en el que cohabitan los personajes de la obra con algunos de los inopinados dirigentes que han protagonizado el lado más ominoso de nuestra historia reciente. Se pretende así resaltar las cuestiones que con agudeza e ironía se suscitan.

Las funciones, que comenzarán a las 20.30 horas (días 2 y 3 de mayo), han sido programadas por el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

domingo, 27 de abril de 2008

Palabras como Mueca

A veces resulta intensamente curioso encontrar las vicisitudes, los giros y los viajes que pueden encerarse dentro de una sola palabra. El término, el sustantivo, mueca hace referencia, según lo que podría decir algún diccionario, al gesto, reacción o postura expresiva de la cara que pretende transmitir una información. Pudiera decirse entonces, aceptando esto, que esas son las palabras útiles que definen lo que es mueca. Sin embargo, la palabra se torna siempre compleja; definir no es lo mismo que captar las raíces, ni que navegar por los mares ocultos de lo profundo, ni bogar hasta lo metafísico. Es obviar lo subjetivo, acomodarse a lo simple, quedarse anclado a la superficie del “para entendernos”. Y así uno se pierde los entresijos de la belleza errante encerrada en las palabras, sus misterios, y los secretos de las pequeñas cosas, el todo manifiesto, Las Horas, las cosas que diría con solo mirarla, la noche estrellada que habló Van Gogh mirando a la luna en vez de ceñirse a ser simplemente cuerdo; y saber que era un inconformista, que todo gana sentido según uno lo quiera, y que quizás nada se explique por si solo pero que siempre habrá una definición recurrente para referir a la pintura y a las convulsiones convexas y a las horas que uno tiene y también, por supuesto, a la palabra mueca.
Volviendo sobre el tema, Mueca no es una palabra simple; por contra, es compuesta y contiene en si misma una definición. Mueca es muestra pero también es calle y horas, y sol y sobre todo arte, mucho arte. Hablo pues (lo habrán intuido) del pasado Festival Internacional de Arte en la Calle (Mueca). Muchos se preguntarán qué tiene de interesante hablar ahora del festival cuando ya ha pasado el tiempo. Existe la creencia popular de que para muestra un botón y Mueca es una caja de botones entera. Hablar de Mueca, comentar lo que allí se vio, nos permite entender la importancia de algunas palabras, comprender la necesidad de festivales como este; Mueca enseña por qué no se deben condenar al olvido propuestas tan extraordinarias como el Festival Internacional Clownbaret, desterrado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, acto que supone uno de los mayores ejemplos de desatino y arbitrariedad política de los últimos tiempos. Afortunadamente muy distinta ha sido la gestión cultural en El Puerto.
Mueca (organizado por Producciones del Mar) es el mejor festival con el que cuenta Canarias, y lo es porque el éxito de público (20000 personas), la calidad de los espectáculos, y la organización del evento son pruebas de excelencia. Mueca es un referente. Desde que el telón se abrió empezaron a desfilar por las calles portuenses instalaciones y espectáculos de la talla de “Píaton” de la Compañía Abubukaka una de las mejores creaciones canarias de los últimos tiempos, un complejo despliegue de arte y talento donde siete líneas de paso de peatones luchan contra la desidia bajo la consigna “Migrar es soñar”. Y soñando nos pasamos todo el tiempo. Disfrutamos de las increíbles rutinas del “Circo del aire” destacando por su belleza el trabajo de Circo Dedos. Reímos con el humor desenfadado de Riki López y con el indefinible hombre del látigo de “The Roping Fool”. Quedamos asombrados con el ritmo desbordante de la compañía Clapso que, nos deleitó con la versión rockera de “La Bella Durmiente”, un espectáculo rico, ágil y complejo donde los actores entregaron toda su energía hasta el último momento. “Drago” (Erabab) nos esperaba quizás para darnos “La noticia a tiempo” de la recuperación de la primera obra teatral interpretada en la calle por aficionados de la que se tiene noticia en Canarias. Entre las puertas pintadas y los sabores nuevos nos encontramos al cercano Jesús Rojo con su magia e ingenio y también al inconmensurable Dado, el sin duda mejor ingrediente de esta edición. Demostró su capacidad innata para provocar la risa, para conmover a cada instante, para mantener pendiente de sus giros a cientos de personas que lo miraban perplejos. Al anochecer Los2play tomaba el relevo. Este fue el montaje estrella y el premio del jurado da justa prueba de ello.
Después Capa i Espasa; Divertidos e irreverentes aunque confesaré que a su repaso cinematográfico le faltó algo de ingenio. Mientras, The Chanclettes pusieron la guinda al festival. Otros (“Barreras”, “Robots”, “Sandfantasy”…), delicias que se me quedan en el tintero.
Así que esto fue Mueca, mucho más que un gesto, un festival que le hace a uno plantearse si el arte en la calle no es el más vivo que existe.
Carecer del Mueca nos hubiera privado de tales maravillas artísticas. Sin él, igual que sin el FIC, quedaríamos aislados de todas las nuevas corrientes de creación existentes y que sólo en eventos así recalan en Canarias. Un festival como éste permite conocer, intercambiar, innovar. A todo esto renunciamos cuando nos cargamos estos encuentros. Es el momento de cuestionarnos hacia dónde andamos y qué camino escogemos; quizá deberíamos plantearnos en definitiva qué cultura queremos. ¡Viva el FIC! ¡Viva el Mueca! y las palabras que los hicieron.

Imanol Suárez (Estudiante de arte dramático, director del programa radiofónico Frecuencia Teatro de Radio Unión Tenerife).


Publicado en La Opinión de Tenerife el 26 de Abril de 2008

viernes, 25 de abril de 2008

Páginas de Teatro en 2C

Desde el pasado 15 de Marzo, la Revista (Suplemento) Semanal de Ciencia y Cultura 2C publicada cada sábado incluida en el Diario La Opinión de Tenerife cuenta con unas páginas dedicadas expresamente al teatro. Desde entonces entrevistas, como la realizada a Ahmed Ghazali y a los miembros de su elenco en la obra "Tombuctú 52 Días a Camello", artículos e incluso un especial con motivo del día Mundial del Teatro han llenado estas hojas de miradas, criterios y opiniones sobre el mundo de la escena.
Con este suplemento, coordinado por la dramaturga y directora Isabel Delgado, se ha venido a llenar un espacio hace tanto tiempo desatendido por la prensa escrita canaria que crónicamente ha tenido olvidado a este arte. A ésto se ha unido la aparición de la revista Anteojos que hace que los teatreros podamos empezar a estar algo más satisfechos.
Mañana Sábado la 2C publicará al fin la revisión del artículo sobre el Mueca, publicado aquí hace unas semanas, ahora bajo el título "Palabras como Mueca". Esta perspectiva sobre la importancia de los festivales para el desarrollo del arte en Canarias es una de las muestras de la pluralidad de opiniones que pretende aglutinar este suplemento. Por todo ello: ¡Feliz andadura!
2C Revista Semanal de Ciencia y Cultura todos los sábados con la Opinión de Tenerife

miércoles, 23 de abril de 2008

Suspendido el programa de mañana jueves 24 de Abril


Con motivo de la programación especial que esta semana está desarrollando la emisora, nuestro programa queda suspendido de emisión esta semana. Frecuencia Teatro lamenta este contratiempo de última hora que nos fue confirmado hace sólo unos minutos por la dirección de Radio Unión Tenerife y que ponemos en su conocimiento lo antes tan urgente como nos ha sido posible.


Rogamos sepan disculparnos.


Imanol Suárez

martes, 22 de abril de 2008

"Mudanzas S.A." en la Escuela de Actores

La Compañia Reymala presenta:


"Mudanzas S.A."


Su nuevo trabajo protagonizado por Miguel Angel Batista.

Viernes 25 de abril a las 21 h. en la Escuela de Actores de Canarias ( SedeTenerife ).

¡¡¡ Entrada libre !!!


Me permito la licencia de citar la crítica de Antonio Abdo. sobre el espectáculo tras su estreno en La Palma.

LAS “MUDANZAS” DE LOS OBJETOS

Hemos asistido, en el Teatro Chico, de Santa Cruz de La Palma, al preestreno de la última producción de la Compañía “Reymala”, titulada “Mudanzas S.A.”. El numeroso público que se congregó allí para presenciar el evento, disfrutó, rió y aplaudió largamente a su intérprete y creador del espectáculo, Miguel Ángel Batista.
El carácter tremendamente lúdico y divertido de “Mudanzas S. A.” se concreta en una serie de sketchs, que se suceden y encadenan desde la propuesta inicial: el obrero de un traslado debe, supuestamente, transportar una montaña de cajas que se apilan en el espacio escénico. Esta especie de bracero-clown va produciendo el milagro de transformar (mudar) una serie de objetos que se destacan entre las cosas que pueblan la escena. Esa transformación ante el espectador produce una incontenible hilaridad. Desde un simple zapato que cobra inusitada vida y canta y se mortifica y sufre para regocijo del público, hasta una caja que pierde su estanqueidad y se convierte en vehículo para las más jocosas apariciones y hasta unas simples bolsas de plástico, objeto al fin de un insólito malabarismo.
En este espectáculo unipersonal se evidencian una seria preparación del actor y una gran frescura en la utilización de los recursos para la comicidad, que Miguel Ángel Batista domina sobradamente. Imaginación y precisión producen unos resultados altamente satisfactorios. El ritmo no decae en ningún momento. Alcanza su punto culminante en un soberbio ejercicio de improvisación en el que el público interviene a placer. En suma, un espectáculo a tener muy en cuenta en el panorama teatral de las islas, imprescindible para vivir una hora muy divertida.


Antonio Abdo.
Dramaturgo y director teatral.





Como ellos mismos dicen:

Reymala Teatro surge de una necesidad de divertir divirtiéndose. Quiero decir, unos actores que se suben a un escenario para entretener entreteniéndose, o sea, intentando jugar jugando algo que…en fin, buscando recrear una idea recreándose en ella, no sé si me entienden. En definitiva, comedia, clown, absurdo, un lenguaje para chicos y grandes, para púberes, vírgenes, zangalotes y rebenques, pibes y pibas, mozuelos en edad de merecer que los merezcan, para novios y matrimonios, para solteros y viudos, para cornudos ignorados y adúlteros resabiados, para divorciados y separados… una mezcla que si no la has visto no esperes a que tus vecinos te lo cuenten.




No se pierdan lo último de Reymala.

sábado, 19 de abril de 2008

Nota

He recorregido la crítica de "El Apagón" creo que ahora está más clara.
Un abrazo a todos.

miércoles, 16 de abril de 2008

"El apagón" (Producciones del Mar): La construcción del personaje o cómo ponerse encima un alicatado:


Esta tarea es muy fácil y sencilla. En primer lugar debemos de tener dispuestos todos los materiales que vamos a utilizar. Necesitaremos un cubo o en su defecto tambor eléctrico para poder hacer la mezcla; un par de paletas, un saco de cemento (mejor si es una bolsita de Panda) y un actor. Cogemos el cubo, echamos dentro unas cuantas partes de agua, la bolsa de panda y una buena proporción de superficialidad. Mezclamos bien y con la espátula o paleta se lo echamos por encima al actor. Luego cogemos los azulejos de imágenes artificiales, los de las poses exageradas, los de los gestos grandilocuentes y los rodapiés de las voces tontas y los pegamos sobre la mezcla bien colocaditos. Ya está. Ya tenemos el típico personaje de comedia; hemos construido el personaje. Puede empezar la función.
El pasado fin de semana se vino a Santa Cruz una de las compañías punteras del teatro en Canarias, Producciones del mar, uno de esos grupos que ha entendido que el teatro también puede dar beneficios y que da muestras del buen momento de salud que atraviesa la producción propia regional. Producciones lleva años apostando por un teatro más comercial y lo ha hecho entendiendo que todo ello no te debe llevar a ser cutre o simplón y carente de calidad. Si bien no siempre les ha salido como esperaban (que algunas cosas suyas son de olvidar) en este nuevo proyecto demuestran que pese a introducirse de lleno en la pura y blanca comedia no han perdido referentes de arte y su capacidad de montar comedias muy buenas. Cierto es que para los clásicos, como el que les habla, este tipo de producciones no son santo de su especial devoción (no te cuentan nada, son lineales y simples, sin trascendencia ni fondo) pero hemos de reconocerlo: la verdad es, que pese a todo, el fin de semana pasado en el Guimerá nos divertimos. Y esto fue en parte porque contaron con Severiano García, uno de los directores canarios que más nos tiene que aportar en el futuro y que seguro nos depara aun muchas sorpresas y fue también porque se construyeron un mundo en el que cada parte era artificial pero formaba parte de un todo que funcionaba perfectamente. Lo bueno, sobre todo es que estuvieron atentos a dejarnos claro lo que nos iban a mostrar. A oscuras (con una de las convenciones más originales jamás pensadas: si hay luz en la ficción no la hay en la escena y al revés) los actores en sus intenciones, en sus voces estridentes y fuera de tono nos metieron en su mundo artificioso que tras dos minutos dejó de resultarnos falso.
Por otro lado decir que aquel mundo se apoyaba en una escenografía (muy del estilo) acorde con todo lo dicho de manera que nada resultaba chocante ni estridente. Digamos también que aquello, aquel loft, la verdad es que no nos contaba nada y que podíamos haber prescindido él sin llegarnos a enterar, pero estamos hablando de lo que estamos hablando.
Ahora y cambiando de tema, otra cosa es otra cosa. Y aquí me voy a tirar a sus pies (cuando sepa los pies de quién son) de los técnicos de luz y sonido de la obra, perfectamente sincronizados con la escena (así sí da gusto). Luego vestuario y utilería no era sino más de lo mismo: banalidad confesa. Y finalmente los actores con su personaje a cuestas. Ya lo dijimos al principio pero maticemos para que todos nos entiendan.
Aquí los personaje estaban más construidos que nunca, sí; pero construidos no en el sentido que Stanislasky enseñaba sino en el de con ladrillo, cemento y arena. Estaban puestos sobre el actor, tanto que eran caricaturas. Se veían. Y esto hubiera podido convertirse en un desastre que arruinara la puesta. Pero eso ocurre si no tienes actores tan buenos como con los que Producciones cuenta. Supieron llevar sus personajes desde el principio hasta el fin sin que todo aquello se cayera, siendo superficiales sí, pero a la vez técnicos y concienzudos. Mostraron que los clichés también se pueden defender bien sobre las tablas y pocos, diré, pueden hacer lo que ellos hicieron.
Por tanto, después de todo si he decir si la obra era mala o buena, siendo maniqueísta, diré que buena no era (¡viva la ambigüedad!). No sé si ganó en la adaptación canaria este apagón de Peter Shaffer o si perdió enteros en la apuesta; pero sí diré una cosa, quizá buena no era, pero ¡qué bien supieron hacerla!
Imanol Suárez

martes, 15 de abril de 2008

Nota

Saludos a todos:
Estoy actualizando poco a poco el blog. Ese es el motivo por el que encontrais criticas antiguas publicadas ahora pero de todos modos también he puesto material reciente sobre el Mueca y continuaré haciéndolo claro.

Un abrazo

Pd: den un vistazo a las webs recomendadas

"Un adulterio casi decente"… ¿Un teatro casi decente?


No, que no. Que yo no soy de esos, a mí no me gustan esas cosas. ¿Cómo voy a andar yo regocijándome en mi ego? ¡Por favor! No seré yo el que me retuerza de gustillo ahora al ver que finalmente mis sospechas se hicieron hechos. No seré yo el que les pase por la cara, aquello del “se lo dije”… aunque… ¡Se lo dije! ¡Ay! Mira que les advertí y no, ustedes nada. Es que era de cajón oiga, estaba cantado. Si es que son más inocentes ¡Ay! Miren que les advertí y ustedes como si nada: que no, que no ¿Cómo va a ser eso? Si es que al final siempre pasa lo que pasa. Que nos quieren tomar por nuevos o ¿estará mejor dicho que nos quieren tomar por viejos? Y esto no es nada nuevo. Lo que vimos ese fin de semana pasado en el teatro, ese acto de divismo, es tan antiguo como este arte en el que nos movemos. Es todo un clásico. Que aquí venía una de las actrices españolas, más distinguidas y con más profesión a sus espaldas era algo mucho más que cierto. Pero oye, que después el resto (actores, escenografía, texto…) sea, desde la propia producción, un nada, es que manda… (Sigan la rima ustedes que yo no me atrevo). Lo mejor era cómo nos presentaban la obra, que solo les faltó el megáfono, irse de barrio en barrio y traerse un pregonero y que éste en su sacrificado y poco reconocido talento entonara a voz en grito anunciando con solero que: Ahora les informo que viene a este teatro la insigne y mucho más que grandísima actriz María Luisa Merlo. Maria Luisa Merlo viene a representarnos una obra (de esas de reírse) hecha para ella, María Luisa Merlo. María Luisa Merlo viene. Viene María Luisa Merlo… también se informa que habrá otro actor en escena. (Pudiera rematar nuestro pintoresco artista, que ese actor era muy amigo de la Luisa, pero no le haremos tal faena que ya tiene ganado el pan y nosotros debemos dejarle que siga trabajando)
Así que eso es lo que nos encontramos y yo lo dije, y lo dijimos muchos, Y estuvimos en lo cierto.
La obra que nos presentaba “Maria Luisa Merlo” se trataba de “Un adulterio casi decente” una obra de Bernard Slade adaptada y dirigida por Jaime Azpilicueta. Era esta claramente una comedia que quería ser un drama y habrá de decir que si como comedia era demasiado simple (alguno dirá amable) para ser un drama la faltaba fuego.
La idea de empezar la obra cantando María Luisa Merlo no se qué canción (como suelo eliminar de mi mente los momentos traumáticos de mi vida pues no recuerdo qué cantaba) fue tan desacertada que a aquellos que fuimos a la sala queriendo no ser intransigentes tuvimos que hacer un esfuerzo enorme para contenernos. La obra transcurría en un espacio único, la habitación de un hotel donde se reunían secretamente dos amantes cada año. Era aquel un “decorado” que daba repelús con sólo verlo. ¿Pero es que no hemos aprendido nada de diseño de escenografía o sobre la evocación? ¿No nos ha enseñado la experiencia explorada tras Peter Brook? ¿Es que no hemos aprendido que el teatro es un arte semiótico y no mimético? Que alguien se lo diga a los de Txalo producciones que por poco se traen al teatro el hotel entero pieza a pieza con vigas, bloque y obrero canturrón con proclamas a las rubias incorporado y encima todo hecho tan cutremente que sus paredes contrachapadas se movían al simple toque con un dedo. Nada allí ayudaba y tanto era el desastre que entre escena y escena tenían que tirar de asistenta para que alguien les arreglara el entuerto y así hacer como que pasaba el tiempo. Las intervenciones en oscuro de esta figura con su posterior situación temporal directa al público resultaba más que desconcertante y poco fresco. Con el empeño realista, no nos dejaban nada a nosotros, nos privaron de uno de los principios por los que disfrutamos el teatro (el que está bien hecho): cuando los objetos no se muestran tenemos que soñar, emplear nuestra imaginación, para poder verlos. Aquí todo lo enseñaban y pa´lante que perdemos tiempo. Además poco se preocuparon por si había una estética o una ambientación, a ellos no les hacía falta. Nada de complicarse con cosas secundarias. ¿El vestuario? más de lo mismo, ¿la utilería? a juego, ¿la luz? con una vale, algún matiz y ya está bueno. ¿Qué hacemos para la música? pues nada de innovaciones ni rollos de esos, les ponemos una canción propia de cada año y va que chuta. Menuda hilada de desatinos. es que no había por donde coger aquello. Perdonen ustedes que me pronuncie tan agresivamente pero es que los montajes simplones me ponen un pelín de los nervios. Ay, si es que se los dije.
De entre toda esta cosa sólo se salvó el trabajo de los que se subieron a la escena (y dijeron más de 10 palabras). Tanto Pedro Civera como Maria Luida Merlo fueron convincentes y ligeros aunque tenían un toque de antigua tradición que incomodaba. Supieron ser cómicos y a la vez hilar con el drama y no ser ñoños. Pero es que pese a todo, ni aquí si quiera puedo darles mi sobresaliente. Una obra echa para que dos actores se muestren, convertir al actor (no su trabajo interpretativo) en el centro sobre el que gira la pieza y que todo esté orientado para que se exhiba una primera figura es algo caduco, aburrido y muy, muy viejo. ¿Qué tipo de broma fue esa de meter a dos actrices para que dijeran dos líneas de texto, además en unas intervenciones injustificadas, fuera de lugar y en lo interpretativo con poco acierto? Fue bochornoso en serio. Absoluto el desacierto de Azpilicueta quien parece, por ir concluyendo, que montó esta pieza con la mano en el bolsillo y no en el corazón.
Con todo, el teatro estuvo casi lleno y a los allí llegados (por cierto, pocos habituales) pareció gustarles y se rieron y se enternecieron. Pero para los que pensamos que el teatro es algo más allá de unas palabras dichas, vimos en esta obra una de esas ocasiones en las que este arte se prostituye de comercio para convertirse en otra cosa, defectuosa, algo que casi es teatro pero que no lo es entero; un teatro casi decente podríamos decirle; un teatro añejo.

Pd: Se lo dije.

Imanol Suárez

"Gatas" de Concha Busto: ¡Miau!

A ver como era esto. Es que hace algo más de un mes que no me pongo (a escribir críticas no sean mal pensados) y ya no me acuerdo. Esto de la crítica teatral es como un deporte de alto rendimiento: el exceso puede causarte cansancio y al poco que lo abandones te pasa factura. Por eso estoy aquí ahora mareando la perdiz y perdiendo el tiempo en vez de ponerme de una vez a hablar de lo que tengo que hablar, de uno de los acontecimientos de año, de algo tan importante como que Concha Busto nos haya estrenado aquí un… Cocha Busto (encima me repito). Y es que estrenar aquí tiene su aquello vamos a hablar claro. Cuenta y mucho, y eso no lo vamos a negar, el que por estas tierras (ya me voy soltando) la queramos con locura por la cantidad de momentos buenos que nos han hecho pasar sus producciones en las últimas épocas (quién puede olvidar su “Cyrano de Bergerac” dirigido por John Strasberg con el magnifico José Pedro Carrión a la cabeza o su más recientemente llegado “Sueño de una noche de verano”, espectáculo el cual por cierto no hemos “podío” comentar pero que nos trasportó enérgicamente a un mediterráneo “imaginao, lleno de grasia, saleo” y humor ¡Ea! ¡Amo allá! ¡Amo! ¡Amo! ¡Amo allá!……. demonio que no arranco…. ya… ¿por dónde iba? Ah sí (ustedes perdonen resaca post-navideña, es lo que tiene) bueno a lo que decía. Que estrenar aquí tiene su aquello. Cierto que es un lujo convertirnos en sede de estrenos nacionales tan importantes y se agradece pero, y no me resisto a comentarlo, siempre le queda a uno el regusto amargo de pensar que estrenan aquí (como en provincias decían antaño) por si acaso les falla algo y si falla que así no se enteren en la metrópoli del tropiezo. Y ésto, que en ocasiones ha pasado, convierte el estreno en preestreno y desluce el orgullo de ser los primeros y nos recuerda que somos islas, que aquí hay menos bombo teatral y que estamos más lejos… Por suerte, en este caso, “Gatas” no fue eso. “Gatas” fue un magistral despliegue de belleza escénica, de poesía y de talento.
Si bien, miren lo que son las cosas, en esta ocasión para sentirnos marginales no hizo falta que el espectáculo estrenado fuera un esperpento, que ya está Transmediterránea para recordarnos lo de la insularidad y todas esas tonterías. Que en pleno año 2008 tengamos que seguir suspendiendo funciones porque nos dejan sin medios de trasporte es para clamar al cielo. O ¡qué coño! para clamar en el despacho de Paulino Rivero a ver si se mueve y hace algo que ésto está apuntado en la agenda desde la transición. Si es que no se puede deslucir de esta manera algo que nos ha costado tanto esfuerzo. Porque luego pasa lo que pasa. Funciones en horas intempestivas, patios de butacas medio vacíos, despistes, enfados; cambios de última hora… tanta incomodidad que entre este humo se disipa el placer de ir a disfrutar de una buena noche de teatro.
Pero bueno todo ésto, de la escena es ajeno y allí se plantaron seis mujeres y con todo su arte de toda aquella vorágine externa nos abstrajeron y nos llevaron a su órbita recorriendo en el viaje un siglo entero, costándonos a todos algunas lágrimas, algo de impotencia y mucho sufrimiento. Las gatas unidas, singulares siempre, fueron las voces de unas épocas, los signos de un género.
Con respecto a como todo ésto se puso en escena es cierto que no innovaban en nada, pero de vez en cuando viene bien un todo a vista para que en el ejercicio del teatro no nos olvidemos de su artificio y de que el teatro a fin de cuentas es precisamente eso. Así empezaba todo, ellas en su camerino preparándose para traspasar la línea entre lo intra y lo extra escénico. Así el ritual iniciaba antes de que empezara el espectáculo en sí y continuaba siempre sin intermedios integrando los cambios y su espacio en un todo rítmico. El problema como siempre, fue el abuso, la repetición permanente de un mismo juego tras 10 veces llegó a ser cansina. Aunque no me quejo (estaba bien hecho).
Observando el espacio propio de la acción no aportaba mucho. Un solo salón que como ellas no cambiaba a lo largo del tiempo no nos añade nada, se limita a estar ahí y hacer relleno. Yo es que soy un contemporáneo y el intento hiperrealista, que además se queda adrede a medio camino, me descoloca los esquemas. El problema no es el hiperrealismo; el problema es que el espacio fue éste como podía haber sido otro y no hubiese cambiado nada. Pero he de reconocer que ésto es cuestión de gustos y que a fin de cuentas tampoco es para tirarse de los pelos. En lo que sí que insisto es en rechazar la repetición sistemática del efecto cuando la escena se abría y nos dejaba ver a las actrices. Esto agradaba a la vista y sorprendía contemplar la transformación de la escena con tan solo dos elementos nuevos (puesto sin ocultar el hecho) pero hacerlo tan repetidamente cansaba por lo que se rompía el ambiente creado durante la acción. Suerte que finalmente los dos espacios se igualaban identificando la escena con lo terreno, comunicándose directamente con nosotros para hacer del teatro (como edificio) un todo en el que todos estamos en constante dialecto.
Y es que este fue uno de sus pocos peros, porque digno de reconocer es que el vestuario por sí solo valía más que toda la escenografía: Menudo trabajo el de Lala Huete y el de Pepe Uría, era como si hubiesen enfrascado cada época y la hubiesen rescatado a su antojo. La iluminación estuvo más que exacta, y el sonido perfecto, pena fue que tuvieran sólo una pista de audio (Usar un único tema para toda la piezas no es de recibo). La dirección también estuvo bastante fina, muy bueno el trabajo de Manuel González Gil quien compuso (es uno de los autores también) una pieza necesaria con una carga (de profundidad) poética en cada línea. Sólo le critico los tiempos; en ocasiones la obra se tornó lenta y repetitiva. El juego usado para pasar por encima de la dictadura franquista sin entretenerse mucho, con ellas sentándose a tomar el te hasta por 4 veces seguidas después de un comentario cara al público casi bretchtiano pudo haber sentenciado la obra.
De todos modos todo esto no se nota cuando tienes en la escena seis actrices del más alto talento y nivel. Cuando cuentas en un mismo reparto con Rosario Pardo, Sylvia Abascal, Ana Gracia, Nieve de Medina, Paloma Gómez y Paloma Montero, no tienes que preocuparte de nada más. Hacía tiempo que en el teatro Guimerá no veíamos algo tan asombroso. Todas, en su ocasión, nos deleitaron con pinceladas de brocha gorda como sólo puede hacerlo un maestro (maestra en este caso). La palabra que mejor podría definir su trabajo es: Soberbio. Defendieron el texto no ya como gatas sino como fieras, e hicieron que pese a todos los trastornos de última hora y pese a las navieras mereciera la pena una vez más ir al teatro. Porque lo que ellas lograron no puede hacerlo casi nadie. Nos devolvieron el placer de las noches de buen teatro donde al arte es tan puro como eso. Que gusto haber vuelto.


Imanol Suárez (Enero de 2008)

Mueca: algunas fotos más

"Circo del Aire"


Clapso - "El Rey del Mar"


Clapso - "La Bella Durmiente"

lunes, 14 de abril de 2008

Mueca; Algunas Fotos

Dado - Mon Oncle le Bossu








Los2Play - ComeBack




The Chanclettes -Disco Móvil



Festival Internacional de Arte en la Calle; Mueca, algunas palabras:

A veces, resulta intensamente curioso encontrar las vicisitudes, los giros y los viajes que pueden encerarse dentro de una sola palabra. El término, el sustantivo, mueca hace referencia, según lo que podría decir algún diccionario, al gesto, reacción o postura expresiva de la cara que pretende transmitir una información. Pudiera decirse entonces, aceptando esto, que esas son las palabras útiles que definen lo que es mueca. Sin embargo, la palabra se torna siempre compleja; definir no es lo mismo que captar las raíces, ni que navegar por los mares ocultos de lo profundo, ni bogar hasta la esencia misma cercana al borde de lo metafísico. Es obviar lo no objetivo, acomodarse a lo simple, quedarse anclado a la superficie del “para entendernos”. Y así uno se pierde los entresijos de la belleza errante encerrada en las palabras, sus misterios, y los secretos de las pequeñas cosas, el todo manifiesto, y el vacío latente que envuelve su espalda, Las Horas, las cosas que diría con solo mirarla, la noche estrellada que habló Van Gogh mirando la luna y decidiendo hablarla y preguntarse por qué quiso pintarla rodeada de convulsiones en vez de ceñirse a ser simplemente cuerdo; y saber que era un inconformista, que todo gana sentido según uno lo quiera, y que quizás nada se explique por sí solo pero que siempre habrá una definición recurrente para referir a la pintura y a las convulsiones convexas y a las horas que uno tiene y también, por supuesto, a la palabra Mueca.
Volviendo sobre el tema, Mueca no es una palabra simple; por contra, es compuesta y contiene en sí misma una definición. Mueca es muestra pero también es calle y horas, y sol y sobre todo arte, mucho arte. Hablo pues (lo habrán intuido) del pasado Festival Internacional de arte en la calle (Mueca) que no es y nunca será un festival al uso.
Mueca es el mejor festival con el que a día de hoy cuenta Canarias, y lo es porque el éxito de público (unas 20000 personas en su cuarta edición), la calidad de los espectáculos, y la organización del evento son pruebas de excelencia. Esta ha sido una edición capaz de combinar de manera correcta y articulada más de 25 espectáculos (nacionales e internacionales) que llenaron en los pasados días 4, 5 y 6 las calles del Puerto de la Cruz. Producciones del Mar, organizadora del evento, supo como siempre gestionar este despliegue y conseguir que casi nada fallara. Desde que el telón se abrió empezaron a desfilar por las calles portuenses instalaciones como “Robots”, “Penguin Family” o el conmovedor “Barreras” y también espectáculos de la talla de “Píaton” de la compañía Abubukaka una de las mejores creaciones canarias de los últimos tiempos; un complejo despliegue de arte y talento donde siete líneas de un paso de peatones luchan contra la desidia bajo la consigna “Migrar es soñar”. Y soñando nos pasamos todo el tiempo. Disfrutamos de las increíbles rutinas del “Circo del aire” donde destacó por su belleza el trabajo de los integrantes de circo dedos. Reímos a gusto con el humor desenfadado de Riki López en su “Buenrollitia” y con el indefinible hombre del látigo de “The Roping Fool”. Quedamos asombrados con el ritmo desbordante de la compañía Clapso que, tras su “Rey del mar” matutino, nos deleitó con la versión rockera de “La Bella Durmiente”, un espectáculo rico, ágil y complejo donde los actores entregaron toda su energía hasta el final algo que fue recompensado con un atronador aplauso. La intensidad del Drago (Erabab) nos esperaba quizás para darnos “La noticia a tiempo” de la recuperación de una pieza que tiene el honor de ser la primera obra teatral interpretada en la calle por aficionados de la que se tiene noticia en Canarias. Entre las puertas pintadas y los sabores nuevos nos encontramos al cercano Jesús Rojo con su magia e ingenio y también al inconmensurable Dado, el sin duda mejor ingrediente de ésta edición. En su “Mon oncle le Bossu” hizo demostración de su capacidad innata para provocar la risa, para conmover a cada instante, para mantener pendiente de sus giros a cientos de personas que lo miraban perplejos incapaces de desviar la vista un segundo de él por no perderse ni un instante la fuerza de este genio. Al caer la noche los catalanes de Los2play con su espectáculo “Comeback” tomaban el relevo dejando atónitos a todos con sus increíbles acrobacias. Este fue el montaje estrella del festival y el premio del jurado da justa prueba de ello. Uniendo técnica gimnástica y clownesca estos acróbatas recatados del pasado lograron el show más disparatado visto este año.
Después vino “Clack!” de Capa i Espasa. Divertidos e irreverentes confesaré que a su repaso cinematográfico le faltó algo; aunque puede que quizás las expectativas jugaran contra ellos pero esto es cosa de criterios. “Sandfantasy” tampoco fue nada original; pesado y cursi no aportaba nada nuevo. Batucadas y Brake Dance hicieron más llevaderas las esperas y si las Hadas eran las dueñas de las mañanas y The Chanclettes fueron las reinas indiscutibles de la noche. Con su descaro, música y humor pusieron la guinda a un festival (en el cual hubieron otras muchas cosas que no nombro por tiempo), que espero tenga larga vida y no se quede después de tanto éxito como otros encerrado en el cajón de la desidia de un político que no lo considera necesario ni interesante.
Esto es mueca, mucho más que un gesto, un festival que le hace a uno plantearse si el arte en la calle no es el más vivo que existe. Mueca, una palabra importante.

Imanol Suárez (10 de Mayo de 2008)

Nota: Una versión de este artículo será publicada el próximo sábado 19 de abril de 2008 en el suplemento cultural 2C de la Opinión de Tenerife. En él se hace un especial incapié en lo necesarios que son festivales de este tipo para la cultura en Canarias. Espero que os guste.

Un abrazo

Imanol Suárez