sábado, 8 de diciembre de 2007

Circo Bálagan: Una de circo

Difícil. Difícil. Difícil. Difícil es expresar todo lo que uno vivía cuando veía al Circo Bálagan. Habrá de considerarse y lo utilizaré en mi defensa que hacer una crítica sobre circo no es lo mismo que hacerla sobre un espectáculo de teatro… En fin… ¿Yo qué sabía? ¡¿Cómo iba a saberlo?! ¡Quiero un abogado! No hablaré sin su presencia. ¡Esto es un atraco! Pillarle a uno desprevenido y pedirle que haga luego una labor de interiorización para la exteriorización “critical” de semejante rareza cuasi cual singularidad entomológica o vegetal. No es fácil, compréndanlo. Yo fui allí con mi entradita de 25 euros a mi butaquita de paraíso (que con lo que gano no me puedo permitir más) y ya desde el entrante uno sentía que allí iba a ocurrir algo único. Y ¿Cómo se lo cuento yo ahora? No, no hablaré. Bueno sólo diré algo.
Quizás para entendernos debamos, para empezar, poner en su sitio bien puestas todas las cosas. Lo primero: Bálagan no es exactamente un circo al uso, es más bien una franquicia perteneciente al compendio de espectáculos elaborados para la productora Dream Cast. Lo segundo que debemos tener claro es lo que fuimos a ver y de dónde venía: Bálagan es un espectáculo de sala fijo en la ciudad de los casinos, las Vegas, la ciudad donde todo es efímero como el dinero que se juega en sus casinos y donde siempre se encuentra un rastro de superficialidad. De ahí podemos deducir el público para el que fue concebido y con que concepto empresarial. Bálagan por tanto es una superproducción comercial fundamentada en la base del entretenimiento masivo (entiéndase por esto contentar al turismo). Tercero: Su fundador Misha Matorin nació casi literalmente en la carpa de un circo, lleva el circo en su sangre y a éste ha dedicado su formación, su profesión y toda su vida. Sentadas estas bases podremos comprender muchísimas cosas sobre ésta (por qué no lo reconocemos) carísima producción que durante la semana pasada nos logró conquistar, sorprender y emocionar.
¡Todo iniciaba magistralmente! Aun no se habían apagado las luces, no todos se habían sentado ya, pero empezaron a volar las maletas, esas maletas en las que viajaríamos hasta su convención. ¡Fuera nuestro mundo, que el circo va a empezar! Un clown calienta la escena. Número convencionales pero que nos tocan la nostalgia y reímos y reímos. Ahora sí ¡apaguen los móviles! El mayor espectáculo del mundo hace su inicio triunfal.
Tras él, el resto del espectáculo, hora y media de reloj sin parar. Corrección inglesa; no agotemos al personal. Con todo, fue un despliegue asombroso y al espectador se le pasó casi sin notarlo. Cierto es que pasaron de puntillas por algunos números y cierto es que algunos sobraban y tenían cuestionable calidad de ejecución. La chica de los aros, sin gracia ni destreza, me sobró junto con los chinos saltarines que en vez de acróbatas parecían ancianos reumáticos. Sobraban también la pareja de acróbatas equilibristas. El resto: espectacular. Especialmente emocionante fueron las telas y las correas aéreas junto con el poco explotado cubo. El mejor: el Clown quien con varios números de participación del público literalmente la armó e hizo que el Teatro Guimerá se rompiera las manos en aplausos al final. Por tanto, salvo las excepciones, el elenco maravilloso.
Este espectáculo jugaba con atmósferas teatrales que recordaban la tradición de la antigua Commedia dell´Arte. Un recurso para hilar y homogeneizar muy al estilo del Cirque du Soleil. Muchas otras cosas recordaban éste y el espectador que ello advirtiera no podía dejar de pensar cuánto Misha se había apropiado de su anterior empresa para traerlo a la suya. Por ello, es justo decir que, salvando las grandes distancias, Bálagan pecaba a veces de poco original y en ocasiones de plagio. Pero en eso fueron muy serios. El propio Matorin dijo muy claro: Nosotros no pretendíamos renovar el circo en este espectáculo. Por tanto el lenguaje hablado sobre el escenario terminó por ser el mismo pues solo hay uno, el lenguaje del circo. Aunque también es de rigor decir que sabiamente estaba bien articulado.
En el apartado escenográfico sólo cabe decir una cosa. Bálagan era un mundo aparte. La escenografía es cierto que no decía nada o casi nada. Evocaba vagamente las velas de un barco. Y eso, si estuviéramos hablando de teatro, sería algo que no podríamos perdonar. Pero, aparte de las sentadas bases precedentes, no podemos olvidar que el circo tiene otras claves, habla otro lenguaje como ya hemos dicho y en consecuencia se impone la utilidad y la esencia simbólica. Los gimnastas se movían con trabajada destreza por sus ambientes que entre escena y escena se conformaban. Esta escenografía en conjunción con la indumentaria conformaba un todo inseparable. Un vestuario mágico y muy bien realizado (con excepciones que no se que hacía Hulk allí) fraguó junto con la música un mundo único donde el espíritu de la Commedia flotaba. En lo técnico: la iluminación estuvo fantástica con un despliegue de watios y watios algo exagerado.
Pero bueno. No diré más. Ésta es mi crítica. No les puedo decir nada más. No tengo palabras para hacerlo y este no es el campo que controlo. Diré que el circo se guardará en mis recuerdos gratos y que me será difícil olvidarlo. Con esto yo me despido excusándome si no he sido capaz de plasmar todo cuanto era necesario. Pero este no es mi campo. En serio ¡yo no quería! fue un accidente. No hablaré sin la presencia de un abogado digo… quiero decir… No hablaré más.

Acaymo, una gaviota en Madrid y la utopía

Pocas veces el Teatro Guimerá había vibrado tanto y menos de manos de una producción canaria. Un teatro a rebosar aplaudía, bailaba y hasta coreaba (reconozcámoslo: a todos se nos escapó un gorgorito de cuando en cuando) las letras de unas canciones que iban directo desde la escena, pasando por el alma, hasta el corazón de los improvisados coristas, entiéndase, nosotros: la grada. Y cuando digo grada no lo hago por un error de vocabulario ni por querer quitar mérito o nombrar de mal grado a la concurrencia. Digo grada, y lo asiento con conciencia, porque aquello alcanzó por momentos niveles tan nunca vistos de entrega y casi fervor que cualquiera diría que parecía más un partido de baloncesto que otra cosa (¡si al final parecía que habíamos ganado el mundial!)) ¡Qué locura! Por Dios ¡qué catarsis! Cómo me alegro de haber vivido una de esas noches que se recordarán en los anales de la historia como una de las grandes noches del teatro canario. (¡Cómo me gusta un jolgorio oiga… y el sancocho!) Otra cosa es que la producción en su conjunto lo mereciera. Expliquémonos.
Ngr Producciones contaba con la experiencia de haber producido ya dos musicales (infantiles sí, pero musicales o ¿es que tiene menor dignidad la Cenicienta?) y su apuesta por infiltrarse en el mundo “adulto” cuajó de tal manera que acabó por granjearse el apoyo del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife, Ayuntamiento de Santa cruz, Cajacanarias… un efecto dominó tan en cadena que poco le faltó para contar con el beneplácito de la asociación de vecinos “el Guanchito Verde” y con el de los vecinos del bloque 1·3º A de la calle San Sebastián (si existiera). Pero bueno, eso no es lo importante. Cuando llega un nuevo integrante a la familia ¡¿Quién se para a pensar en no cubrirle sus necesidades?! ¡¿Quién repara en gastos?! ¡¿Quién dice nada de no haber hecho caso en mucho tiempo al viejo abuelo “Teatro”, al cual tenemos postrado en un sillón?! Es un musical CANARIO ¡Por el amor de dios! Al final, después de la gestación de dos meses, unos 22 millones de pesetas peso la criatura. Esto nos enseña una moraleja: si quieres montarte un Hamlet hazlo de Chimisay y no te faltará de nada. Pero ¿a quien le importa? El musical por fin ha llegado a nuestra casa, y yo, dicho sinceramente, me alegro.
Lo del musical en Canarias no es que sea nuevo, es que nunca nos habíamos puesto ha hacerlo tan a lo grande (o a lo medio grande que con esos 22 millones de pesetas en Madrid no pagas ni el vestuario): El caso es que entonces apareció NGR producciones. Su propuesta de levantar un espectáculo basado en los éxitos de la música de autor canaria no sólo era una idea fantástica, además contaban con el aval de ya haber enfrentado el género previamente lo cual les daba mucho crédito y les hacía dignos de confiar. Alguien tenía que ser el primero y ellos definitivamente estaban preparados. Ya habían andado el camino. Logrado el apoyo, Acaymo surgió como un repaso a las canciones más insignes de los años ´80 en Canarias con Temas de Palmera, Ataúd Vacante, Taller Canario, Los Canarios, Rosana, Caco Senante, Los Sabandeños y Mestisay, entre otros. Así sus guionistas (tres periodistas… no digo nada) compusieron la historia de Acaymo, la historia de muchos, la de alguien que se va a los madriles a intentar hacer sus particulares américas y triunfar. Roxana Schmunk definió a Acaymo como alguien que no quería renunciar a su utopía. Y así ella, sin renunciar tampoco a su utopía, en una tierra donde no hay profesionales del género, se puso el mundo por montera y fue a la búsqueda de Acaymo, su Acaymo. Por fin arrancaba su gran Musical.
Llegado el estreno, Acaymo generaba muchas dudas sobre cual sería el resultado final. Después de las dudas vino el espectáculo. Nos fuimos a nuestra sala y nos preparamos escépticos para lo que había de llegar. Empezaron los primeros acordes. Desde ese momento ya no habrían más especulaciones, nos disponíamos a ver lo que nos tenían que mostrar. Por fin arrancaba Acaymo. Y arrancó pero el caso es que de repente era como si nos hubiésemos equivocado de sala. ¿Pero esto no era un musical? Unos harapientos se arrastran por el patio de butacas mal vestidos; hacen una coreo increíble sí, pero… ¿por qué la gaviota en Madrid está rodeada de aborígenes? ¿Esto es Acaymo o Bentejuí, un guirre en el risco? (¿quizá debió llamarse así?) Y ¿qué hacen esos subidos a las telas? Bueno esto es muy bonito pero espero que me lo piensen justificar. Pasa el tiempo y de pronto se forma una parranda y ¡alaaaaaa! 40 magos con sus timples, guitarras y bandurrias a la escena. ¡Y se ponen a bailar! pero ¿esto qué es? ¿Acaymo o el día del orgullo? (y sí, mantengo lo ambiguo que hay en lo del día del orgullo por que en realidad estamos en el mismo nivel de lo rancio. ¿Qué pasaba? Que teníamos que justificar al gobierno de CANARIAS que el Montaje era CANARIO. Por favor, de verdad, déjenlo ya que parecemos de la raza aria con tanta tontería). ¿Por qué nos hacen esto? ¿Qué pretenden? Me asaltan muchas preguntas y lo peor es que sé que nadie me las responderá. Me indigné, me indiné mucho. Pero pese a todo seguí viendo el Show (por aquello de que todo puede mejorar) así que allí me quedé: Menos mal. Lo del inicio así fue un desacierto que llenó cerca de 20 minutos de espectáculo con algo que no tenía nada que ver con lo que nos habían prometido. Muy bonito; mucha magia; pero aquello no era lo que habíamos ido a buscar. Pero por suerte, luego lo arreglaron. ¡Y que bien lo hicieron! Enlazaron todo aquel esperpento con “Acaymo” al fin y pa´ Madrid con él nos fuimos. Allí encontramos el musical.
Qué bien aprovechado estaba el espacio en Madrid. Siempre me ha gustado la sencillez a la hora de exponer ideas. También la plasticidad. Unas estructuras móviles, transformables con unos pocos elementos (un cartel de metro, a veces unas mesas y ya). Sin duda supieron aprovechar los recursos que tan dúctil escenografía les permitía y en ningún momento nos pudimos aburrir (que venga Lepage y aprenda). Los actores se ayudaban y hasta integraban la escenografía en su trabajo y con un gesto o una forma de apoyarse ya nos trasportaban a otro lugar. Por tanto, mérito más que merecido para Susana García por crear ambientes sencillos sin recargar. ¡Qué bueno lo del cartel de metro, en serio!
No podemos decir lo mismo del diseño de vestuario y esto por dos razones: la primera porque sea quien sea el que diseñó los trajes de aborígenes (llámale traje aborigen llámale cosa) merece que le retiren el título. Aquello era de vergüenza. Ver a nuestros pobres chicos intentando defender algo que el vestuario echaba por tierra dolía y mucho. En una producción semejante tales horrores no se pueden permitir. El mal gusto nunca más. La segunda razón es que por más que luego estuviesen bien vestiditos y que la indumentaria definiera bien a cada uno, no pasaba de ser un vaquero de Zara aquí y una camisa Mango allá. Otro de los fallos, aunque no garrafales de la producción fue todo el ámbito técnico de luz y sonido. Para empezar no creo que ninguno de nosotros agradezca los sintetizadores. Puestos a trabajar en este nivel búscate una buena orquesta y no te pongas a tocar con un teclado al estilo Pepe Benavente. Sí es necesario decir, por otro lado, que los músicos, con sintetizadores y todo, estuvieron geniales en tal punto que casi ni se notaba. La pena es que la sala tenga tantos problemas de acústica y que sean tan difíciles de solucionar. Casi no se les entendía nada a los que cantaban. Si no fuera porque nos sabemos las letras… Y la iluminación: deslumbrante pero recargada, exagerada y por momentos molesta; aunque esto es un musical y por tanto tenemos que habaren otras claves que son las propias del género y en ese caso no se les puede poner ni un pero. Sin justificación esta aun lo del proyector. Aun bueno reconozcamos que era muy, muy espectacular.
En lo que respecta a la estructura de la pieza parecía sencillamente que no había, sin más. Cuando se propusieron hacer un repaso de canciones lo hicieron tan ceñudamente que no repararon en que, sobre eso, algo nos tenían que contar. Y claro, si yo quiero meter una canción y no tengo originalidad para poderlo justificar es lógico que pase lo que pasó. Esta es la historia de un calzador, sin duda alguna. Canción tras canción sin justificar y cuando quiero justificarlo es tan artificial que lo nota hasta un niño.
Empezamos ahora con la parte interpretativa que aquí como estoy sin tiempo no me voy a poder explayar aunque lo haré en primer término para felicitar a Marta Viera quien era sin duda la protagonista indiscutible. Aunque no lo era en el guión sí lo era cada vez que salía a escena. Qué arte, que trabajo más completo. Un talento que nadie puede negarle a una de las mayores promesas de nuestro teatro y que a buen seguro nos guarda aun muchas noches de buen arte a su lado. De Maribel Cutillas decir que hacía mucho tiempo que no veíamos a alguien cuyas tablas le dieran tanta seguridad, seguridad necesaria para afrontar grandes retos como éste. Luego el trabajo de los protagonistas: Ardiel Ruiz Zaya y Abraham Gómez. No estuvieron mal pero es que las otras dos se los comieron. El resto del elenco demostró entrega, virtuosismo, gracia y un más que buen saber estar. Supieron afrontar el reto y dieron vida a un musical que sin ellos hubiera quedado cojo.
Así que Roxana supo escoger su equipo, encontró su Acaymo y levantó su musical; consiguió hacer real su utopía. Lo hizo con la soltura con que sólo pueden hacerlo los grandes maestros y pese a su horrible “Overtura Aborigen”, Acaymo se convirtió en un maravilloso proyecto que muchos le agradecemos de corazón. De verdad ¡Felicidades!
Y bueno por cuestiones de tiempo y espacio no me extiendo más. Cierro aquí este comentario pensando que hay esperanzas en Canarias, después de todo, de tener un gran teatro como éste y que, como es lógico, se debe poco a poco mejorar. Desde mi criterio felicitar a todo el equipo por enfrentar el género con tanta diligencia. Nos os preocupéis por los fallos que los errores con el tiempo se corregirán. Pensad que habéis hecho que el musical en Canarias ya no sea una utopía.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Nuestro Foro (fase Experimental)

Saludos a todos:
Hoy os escribo para comunicaros la creación de un foro para Frecuencia Teatro. Sé que al principio será dificil y además ésto es sólo una prueba a ver cómo funciona; pero animaros y opinad en él. Podeis hablar de lo que os guste, opinar sobre el programa y sobre la programación teatral... Espero que, al menos la idea, os guste. El link es este:

http://groups.google.es/group/frecuenciateatro

jueves, 6 de diciembre de 2007

I Festival Esad Málaga de Escuelas y Centros Superiores de Arte Dramático

LA ESCUELA DE ACTORES DE CANARIAS INVITADA AL I FESTIVAL ESAD MALAGA DE ESCUELAS Y CENTROS SUPERIORES DE ARTE DRAMÁTICO

Alumnos de cuarto curso de la Escuela de Actores de Canarias, Centro Superior Autorizado de Arte Dramático, presentarán en el I FESTIVAL ESAD MALAGA DE ESCUELAS Y CENTROS SUPERIORES DE ARTE DRAMÁTICO, el espectáculo “La visita de la vieja dama” de Frederich Dürremat. El festival se desarrollará entre los días 13 y 16 de diciembre en la ciudad de Málaga.
La creación que se presenta fue realizada para el Taller de Teatro Contemporáneo, asignatura con la que los alumnos culminan su aprendizaje del tercer año de carrera. El montaje ha sido dirigido por la profesora de la EAC Josefa Suárez, en colaboración con el también profesor Vicente Ayala, contando también con la participación de los distintos departamentos de la EAC. En el participan dieciocho alumnos que dan vida a los distintos personajes de una historia eminentemente coral y que narra la vida de una vieja dama multimillonaria que regresa a su pueblo para vengarse de un hombre que, en su juventud, la abandonó con una hija, de regreso reclama justicia y para conseguirla no dudará en emplear el poder del dinero.
La Escuela de Actores de Canarias participará también en las diversas actividades que se realizarán dentro del ámbito del Festival, el profesor y director de la EAC en Gran Canaria Antonio Navarro, lo hará con la ponencia “Perfiles para el juego de la interpretación en el siglo que comienza”, así mismo el también profesor y director de la EAC en Tenerife Enzo Scala lo hará con la ponencia “Perfomance: El Teatro sin Amor y sin odio”. Por otra parte la profesora Josefa Suárez realizará una clase abierta de Educación Corporal en la que participarán alumnos de la EAC. En la mesa redonda que se celebrará bajo el título “Los Centros Superiores de Arte Dramático en el marco europeo de las enseñanzas artísticas”, a la que asistirán representantes de todos los Centros y Escuelas Superiores del Estado, participará el profesor y Presidente del Consejo Rector de la EAC Fernando Vecino.
Se presentarán en el Festival espectáculos interpretados por alumnos de las Escuelas y Centros Superiores de Arte Dramático de distintas Comunidades Autónomas: RESAD (Madrid), ESAD de Castilla-León (Valladolid), ESAD de Valencia, ESAD de Córdoba, ESAD de Murcia, ESAD de Sevilla y ESAD de Málaga, la programación se completará con ponencias, clases abiertas y otras actividades realizadas por profesores de los distintos Centros.
La Consejería de Educación, Cultura y Deportes a través de Canarias Cultura en Red financiará los gastos de desplazamiento y la ESAD de Málaga cubrirá la estancia de los profesores y alumnos que asistirán al Festival
La actuación de los alumnos de la EAC se llevará a cabo en la sala Cánovas de la capital malagueña el domingo día 16 de diciembre a las 20´30 horas.


PROGRAMA GENERAL

JUEVES 13 DICIEMBRE

SALA FALLA
13:00 h. RUEDA DE PRENSA. Presentación del I FESTIVAL ESAD DE MÁLAGA DE
ESCUELAS Y CENTROS SUPERIORES DE ARTE DRAMÁTICO.
13:15 h. Acto Institucional de INAUGURACIÓN.
Presidido por D. Sebastián Cano.
Viceconsejero de Educación de la Junta de Andalucía.
14:00 h. PITO, PITO, GORGORITO... Happening. ESAD Málaga.
Profesora: Dª. Blanca Vega Galán.
SALA FALLA
20:00 h. Apertura del I FESTIVAL ESAD DE MÁLAGA DE ESCUELAS Y CENTROS
SUPERIORES DE ARTE DRAMÁTICO.
20:30 h. ELEKTRA de Sófocles. ESAD Málaga.
Dirección: Andreu.


VIERNES 14 DICIEMBRE
SALA FALLA
9:30 h. Clase Abierta de ACROBACIA.
D. Juan Álvarez de Toledo Rohe.
Profesor de Acrobacia de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga.
D. Juan Ramón Merino Bocos.
Profesor de Acrobacia de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valladolid.
D. Gregorio Pastor González.
Profesor de Acrobacia de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
SALA SEMINARIO
11:30 h. ARTES ESCÉNICAS Y DIVERSIDAD: DESDE LA DEFORMIDAD A LO DEFORME.
Ponente: D. David Ojeda Abolafia.
Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León - Valladolid.
12:15 H. PERFILES PARA EL “JUEGO DE LA INTERPRETACIÓN” EN EL SIGLO QUE COMIENZA.
Ponente: D. Antonio Suárez Navarro.
Director de la Escuela de Actores de Canarias. Sede Gran Canaria.
13:00 h. JÓVENES, GUAPOS Y MODERNOS.
Ponente: D. Alejandro Jornet.
Dramaturgo, actor, director de escena y profesor titular de Interpretación en la ESAD Valencia.
SALA SEMINARIO
17:00 h. EL LENGUAJE DE LA LUZ. TÉCNICAS BÁSICAS PARA UN DISEÑO DE ILUMINACIÓN.
Ponente: D. Pedro Serrano. Acompañado de alumnos de 3º Escenografía.
Profesor titular de Iluminación de la ESAD Córdoba.
SALA FALLA
18:00 h. A VUELTAS CON KANTOR. Instalación. ESAD Málaga.
Coordinación: Blanca Vega.
18:30 h. REVENTADO de Sarah Kane. ESAD Málaga.
Dirección: Pedro Lanzas.
Profesores de Prácticas de Dirección II:
Mateo Galiano Gil
José A. Sedeño López
SALA CÁNOVAS
20:30 h. NIEVE de Maxence Fermine. ESAD Córdoba.
Dirección: Esther Sáez.


SÁBADO 15 DICIEMBRE
SALA FALLA
9:30 h. Clase Abierta de EDUCACIÓN CORPORAL.
Ponente: Dª. Josefa Suárez Hernández.
Profesora de Educación Corporal de la Escuela de Actores de Canarias.
SALA SEMINARIO
11:00 h. SÍNTESIS DE LA NUEVA TEATRALIDAD. DRAMATURGOS MALAGUEÑOS CONTEMPORÁNEOS.
Ponente: D. Manuel Barrera Beniítez.
Doctor en Filología por la UMA y Titular de Literatura Dramática de la ESAD Málaga.
12:00 h. Mesa Redonda: LOS CENTROS SUPERIORES DE ARTE DRAMÁTICO EN EL MARCO EUROPEO DE LAS ENSEÑANZAS ARTÍSTICAS.
D. Joaquín Amores Moreno – Jefe de Estudios de la ESAD de Asturias.
D. Joan Castells. Director de la ESAD Barcelona - Institut del Teatre.
Dª. Mercedes Cosme Jiménez – Directora de la ESAD de Málaga.
D. Leopoldo García Aranda – Director de la ESAD de Valencia.
D. José Gabriel L. Antuñano – Director de la ESAD Castilla y León-Valladolid
D. Ángel Martínez Roger – Vicedirector de la RESAD de Madrid.
D. Carles Molinet – Director de la ESAD de Illes Balears.
Dª. Manuela Ochoa Arcedo – Directora de la ESAD Sevilla.
Dª. Carmen Rodríguez- Secretaria de la ESAD Córdoba.
D. Juan Ángel Serrano Maseoso – Director de la ESAD de Murcia
D. Fernando Vecino Morales-Presidente Consejo Rector EAC Canarias.
Moderador:
D. Antonio Jesús González – Jefe de Estudios de la ESAD de Málaga.
SALA SEMINARIO
17:00 h. PERFORMANCE: EL TEATRO SIN AMOR Y SIN ODIO.
Ponente: D. Enzo Scala. Acompañado de alumnos de la EAC.
Profesor de Interpretación y Director de la Escuela de Actores de Canarias.
SALA FALLA
18:00 h. PITO, PITO, GORGORITO... Happening. ESAD Málaga.
Coordinación: Blanca Vega.
18:30 h. DONACLOWN LABORATORIO. ESAD de Valencia.
Dirección: Andrés Moreno Valdivieso.
SALA CÁNOVAS
20:30 h. NO HAY BURLAS CON EL AMOR de Calderón de la Barca. ESAD Murcia.
Dirección: Francisco García Vicente.


DOMINGO 16 DICIEMBRE
Mañana Cultural
9:30 h. Visita cultural a Málaga.
(Museo Picaso, Alcazaba, etc)
SALA CÁNOVAS
20:15 h. Clausura.
20:30 h. LA VISITA DE LA VIEJA DAMA de Frederich Dürrenmatt. EAC Canarias.
Dirección: Josefa Suárez.

domingo, 2 de diciembre de 2007

“Móvil”, de Sergi Belbel: Un desliz lo tiene cualquiera.


A veces al teatro no hay quien lo entienda. Es el teatro un mundo indescifrable donde todo tiene cabida y la sorpresa en cualquier momento puede llegar. A veces, ocurre que de pronto viene alguien, que pasa sin que lo advierta casi nadie; una compañía de pueblos, que a duras penas si llena medio teatro, en la que nadie repara y que se marcha igual que como si no hubiese venido. Y esa compañía que no vio casi nadie es extraordinaria, lo mejor que por la sala ha podido pasar en mucho tiempo pero pocos son los que han ido a disfrutarla porque nadie la conoce y eso en este mundo es igual que ser un cero. Otras veces ocurre, se reúnen en un espectáculo todos los grandes nombres, el bombo y la fanfarria, la algarabía y los alborotos ¡que suene la campana oiga! y que suene bien fuerte, que no deje de sonar, que en este teatro oiga este fin de semana disfrutaremos de los más dignos padres de nuestro arte que desde la curia o la alturas (vaya usted a saber donde viven las criaturas), nos han venido a visitar. Y lo anuncian en las ferias y lo anuncian y lo anuncian y no lo dejan de anunciar y todos como locos -¡Llévame al teatro mamá! que viene una artista, que a mi la verdad me suena de algo, y dicen que será digno de recordar. Y el teatro (casi) se llena y es para ver a este o a tal y lo que pasa es que acaba la obra y uno piensa en los 20 euros de su entradita y no sabe si tiene que aplaudir o si en sus garantías como consumidor con la entrada ha adquirido el derecho y se le permite llorar. Definitivamente, al teatro no hay quien lo entienda. Y estas cosas suelen pasar.
Cuando nos dijeron que venía a Canarias el montaje de Móvil, una de las últimas obras del maestro Sergi belbel, dirigida por ni más ni menos que Miguel Narros para su propia compañía, aunque tuvo su paso por el Centro Dramático Nacional, obra además producida por el gran Celestino Aranda que contaba con la goyizada (permítanme el termino) Maria Barranco y otros nombres pues… poco teníamos que dudar: era uno de los eventos del año. Pero después de tanto nombre y de tanta cosa la obra al final lo que fue, fue sencillamente nada. Esa es la palabra. Móvil era un gran texto (se notaba) y ellos lo pusieron en escena. Punto. Pero en esa puesta no había nada, sólo vacío; palabras por palabras. Desde el primer momento se notó la soledad de la oración en la tristeza de su verbo, en el sustantivo no valorado, el adjetivo sin nombrar, el artículo desvencijado, la conjunción sin identidad, los actores en su mundo… privando a la pieza de estilo, pues cada uno era un género y así claro señores ¿quien da más?
Yo creo que el principio de todo fue la escenografía y después de ella, ya rodado, vino todo lo demás. Desacertada e inútil son términos que la definen sin exageración alguna. No sólo no creaba espacios ni atmósferas sino que más bien las rompía. Narros quiso jugar su montaje con el signo de la simultaneidad para fluir las escenas de una pieza tan larga. Pero los actores embotados en la corbata todo el tiempo, sin juego con lo que estaba en la parte de atrás, esos paneles móviles, esas… cosas inservibles que estorbaban y distraían, que al principio hasta parecían sugerir un aeropuerto pero que como una ilusión óptica se disiparon en cualquier identidad. ¿Qué era aquello? Del vestuario nada que nombrar. Sobrio, aburrido, seco. Lo más llamativo fue cuando se lo empezaran a quitar. Mención especial merece la braga-faja de la barranco ¡No la olvidaré en mi vida!
Del aspecto técnico, luces y sonido poco a parte de que chirrió por todos lados. La motivación aun deben estarla buscando en alguna parte. Al margen de poco integrados, los sonidos eran tan desconcertantes que movían a uno a gritarles ¡cómpraos un politono!!
Nos falta nombrar a los actores quienes demostraron entrega pero no funcionalidad. Tampoco unidad ni conexión. Ya lo dije antes, cada uno jugaba su estilo y en ese desvarío el espectador andaba desconcertado siguiéndoles a duras penas de aquí para allá. La Barranco con su maravillosa bis cómica, que hacia gala de maestría interpretativa, sintió la falta de las tablas, la ausencia prolongada por 20 años. Mélida Molina, dramática y resuelta era la que mejor conectaba con ese estilo sórdido de Belbel y por consiguiente la que mejor nos supo descubrir lo que la pieza no quería contar; pero estaba perdida en su isla (a la que nunca llegaron “los otros” ). Marina San José tampoco destacaba en su papel de hija; mecánica aunque dulce, nos faltó algo de fuerza para poder creérnosla. Dejo para el final el que sin duda fue el caso más singular: Raúl Pietro jugaba y esto de forma literal y esto tiene su parte buena y esto tiene su parte mala y ahí es donde todo se echa por tierra. Muy metido en su papel de hijo infantilón e inmaduro cuidaba mucho la arquitectura de su personaje, pero sus excesos: ladriditos, saltitos, caiditas… le destrozaban todo el trabajo. Con cada una de sus salidas, el publico empezaba a ver otra obra distinta de la que había en cartel en ese momento. Faltó sin duda la integridad de un equipo.
Así que Narros esta vez no estuvo fino. No supo hilar la pieza, darle unidad ni sentido, ni tampoco innovar. El mismo director que nos conmoviera con "¡Ay, Carmela!" nos trajo ahora un montaje plano sin riqueza alguna. Tal vez, las prisas le pudieron más que su maestría; convertirse en una franquicia tenía que pasarle factura. Aunque Narros se lo puede permitir. Es uno de los mejores directores de España y como todos se puede equivocar. Un desliz lo tiene cualquiera.
Por tanto después de tanto nombre, la fanfarria y todo lo demás, al final la pieza era poca cosa, aunque será mejor decir que esperábamos demasiado e igual no fura tanto mala como desengaño. Estas son las maravillas del teatro. Debemos aprender de esto lo que el Teatro nos quiere enseñar. A veces es mejor informarse y no dejarse engañar. Miremos la pequeña compañía de barrio, apoyémosla porque ellos serán el futuro de nuestra escena y no sólo los grandes nombres nos tienen algo que enseñar. La segunda lección que nos queda de todo esto es que “los grandes” también se equivocan pero como somos humanos estas son cosas naturales y se las debemos perdonar.